GERMAN BAUSCH BEDOYA . uno de los más connotados escritores y poetas cusqueños de lo que en los predios literarios suelen denominar por generaciones y según las informaciones confiables, pertenecería a la de los cuarenta del siglo pasado; en el inexorable cumplimiento de leyes naturales; partió a la eternidad, dejando su fértil y diáfana inspiración, su agudo sentido del humor y de la sátira, del sentido y emotivo verso, de la conversación amical y evidentemente a sus seres queridos, amigos, admiradores y colegas; sumidos en un inconsolable y sincero dolor.
Pablo Ojeda Vizcarra, extraordinario músico, compositor y escritor cusqueño, uno de sus más apreciados amigos y compañero en andanzas artístico-culturales y evidentemente de bohemia, con esa punzante, aguda y emotiva pluma; sintetiza y nos ilustra en un corto artículo, la figura y singular personalidad del malogrado vate, el profundo amor de Germán Bausch, por su imperial terruño el Qosqo, por la fragilidad y belleza de la mujer cusqueña, destaca su elevada sensibilidad poética y reconocida calidad humana.
Siendo este artículo, un sentido recuerdo y homenaje al amigo, al maestro, al compañero de 'aventuras' y 'andanzas'; de 'tertulias', y pidiendo permiso al autor, considero ineludible incluirlo en el blog "qosqo ayer y hoy".- porque precisamente uno de los objetivos de esta ventana, es la de dar a conocer la vida y obra de ilustres cusqueños a nuestros lectores, y dejar para conocimiento de la posteridad el recuerdo de la vida y obra de un gran poeta cusqueño, en la pluma de otro gran artista como es Pablo Ojeda Vizcarra.
GERMÁN BAUSCH
Por Pablo Ojeda Vizcarra
“Cusqueñita adorable de los labios capulí, mira cómo el agua copia los tejados para ti”, dice una de las canciones de Germán Bausch Bedoya, poeta cusqueño de estro anímico que sintió a su tierra natal con genuino sentimiento cusqueñista. “¡Qué linda urpillay qué linda!, piquito de cristal qué linda, las blancas estrellas del cielo son el color de tus alitas”, expresa otro de sus waynos. Poesía sencilla inspirada para escribirla en el pentagrama, como así se hizo con muchos de sus poemas.
Maestro vocacional como pocos. Didáctico en sus enseñanzas tanto en el aula como en la conversación amical. Humorista nato con títulos como “Fábulas para un hombre de seis años”, “Poemas para los redonditos (niños)” y su recordado seudónimo de “Pacífico Metralla” con el que colaboró en periódicos y revistas del Cusco, desde la década de 1940 para adelante, derribando murallas del tiempo hasta la primera década de este siglo XXI.
Compartió actividades literarias con los poetas Raúl Brozovich y Luís Calderón Ugarte, entre otros en el grupo Rumi Ñawi (Ojo de Piedra), allá por los años de 1950. Amigo de jóvenes inquietos por la poesía y el teatro en la década de 1970, que conformaban la Agrupación Cultural René Ramírez Lévano y que iniciaron el teatro en la calle. Jóvenes de entonces que hoy se ubican como exponentes de la cultura artística del Cusco: Hugo Contreras Rozas, Rodolfo Rodríguez Yáñez y en Lima Tuky Casafranca, Dino Jiménez y Augusto Casafranca, y ya en el recuerdo póstumo el inolvidable Rubén Bueno Pacheco.
De la extensa y valiosa obra de Germán Bausch, tanto en poesía como en trabajos de didáctica, resalta el famoso personaje humorístico Pepe Limón, creado por Germán Bausch y magistralmente interpretado por Dino Jiménez, preferentemente en la plaza de armas del Cusco, que es de recuerdo imperecedero para muchos cusqueños.
Y al escribir esta nota, hoy que acabo de recibir la noticia de su muerte física, no siento el crespón de dolor que es natural en estas circunstancias, no, porque lo que toca las fibras de mi sentimiento es la chispa humorística de Germán que deja en mí un hálito de optimismo, como aquella estrofa de uno de sus poemas, que dice: “Estratega en el amor, derribé muchas murallas y no me importa corazón si esta noche tú me fallas”