QOSQO AYER Y HOY 14

CRECIENTE MALESTAR CIUDADANO Y RESPONSABILIDAD MUNICIPAL
ANTROPOLOGO ALFREDO GERMAN CORNEJO PARDO

El quehacer antropológico como observación interpretación y análisis, es decir lectura acuciosa, ordenada y metódica de realidades sociales particularmente de países como el nuestro políticamente cambiantes e inestables; estructuralmente desintegradas y permanente convulsionadas en los aspectos sociales y económicos; inexorablemente conduce y concentra nuestras observaciones y atención a, aspectos trascendentes de su problemática, pero también de aquellos considerados como accesorios y hasta anecdóticos.

Precisamente uno de estos últimos es el que hoy nos convoca a comentar y analizarlo; el asunto se refiere específicamente a la ilegal e indetenible proliferación de centros de diversión popular, llámense discotecas, pubs, prostíbulos , restaurants, bares y cantinas en los ámbitos distritales de Wanchaq y San Sebastián, particularmente en las proximidades de locales donde funcionan centros de estudios superiores más importantes de la ciudad como son la Universidad San Antonio de Abad, la Universidad Particular Andina, Institutos Superiores, la sede del Gobierno Regional y casi la totalidad de dependencias tanto públicas como privadas de la ciudad
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Es decir, hablamos de las avenidas de la Cultura, y los Incas, arterias céntricas de la Capital que de un tiempo a esta parte han sido inescrupulosamente convertidas en peligrosos centros de concentración principalmente de estudiantes universitarios, de institutos superiores, y secundarios, de empleados públicos ciudadanos en general y sobre todo de elementos de mal vivir, todos ellos confundidos en busca de diversión cotidiana franca, fácil, barata y efectiva, poniendo en serio riesgo no únicamente la tranquilidad pública, la seguridad ciudadana ,la paz social , sino fundamentalmente la integridad física y la vida misma de cientos de vecinos transeúntes que residen y transitan cotidianamente en estas céntricas arterias.

El resultado de esta ilegal proliferación de establecimientos de dudosa reputación y cotidiana concentración de una variopinta clientela es indudablemente la sucesión de escándalos mayúsculos, riñas, peleas, asaltos, violaciones, problemas que como bien se comprenderá no sólo ponen en peligro la integridad física de niños y adultos sino que afectan la moral y las buenas costumbres.

La práctica de estilos de vida sana, respeto mutuo solidaridad y calidez tradicionalmente observadas y experimentadas por ciudadanos, familias y colectividad cusqueña, hoy en día gracias a este “Boom” de cantinas y bares, discotecas, restaurants. Etc. se vienen convirtiendo en una lejano recuerdo, pues las cálidas frases de saludo, la cortesía y la urbanidad, la tranquilidad, hoy han cedido su privilegiada posición a unas conductas delincuenciales caracterizadas por un lenguaje procaz, lumpenesco, irascible y agresivo transformándose estos antros y las arterias citadas en intransitables vías, potenciales escenarios para la generación de serios problemas de carácter familiar, social y lógicamente policial, cuyas consecuencias en el mediano plazo por decir lo menos, serán lamentables y dolorosas.

En este contexto, uno de los problemas que mayor gravedad reviste, y que aparentemente no tiene articulación con la Municipalidad distrital, y su ámbito de responsabilidad, es el referido a la masiva y cotidiana ocupación por parte de estudiantes en general y particularmente de universitarios de cuchitriles, bares y cantinas ilegalmente instalados, jóvenes ilusos que dejando de lado su principal y más grande responsabilidad , cual es la de su formación profesional y sus estudios, no solo pierden miserablemente su valioso e irrecuperable tiempo sino que también de algún modo traicionan los esfuerzos, sacrificios, ilusiones, de sus padres que, esperanzados en proporcionar una adecuada profesión a sus hijos, no escatiman ningún tipo de sacrificios con tal de tener a sus hijos en la universidad.

Consideramos que este creciente y preocupante problema social es sin lugar a dudas resultado de la convergencia de una serie de factores, pero que dentro de todos ellos , creemos que el precipitante es definitivamente la total ausencia de propuestas alternativas tanto públicas como privadas , destinadas a generar posibilidades y oportunidades que utilización y aprovechamiento del valioso y hasta ahora desperdiciado potencial laboral, intelectual científico, artístico, cultural, organizativo y deportivo de la juventud universitaria. Tradicionalmente se consideraba a los universitarios como elementos conflictivos, altamente politizados y carentes de posibilidades de contribuir con el Estado y la sociedad, observándose incluso normas que prohibían la participación de estudiantes en tareas de gestión social por temor a que dichas labores sean contaminadas con sus “ideologías radicales”, aperturándose insalvables brechas entre éstos y la colectividad, con las lógicas y explicables consecuencias de indiferencia, pasividad y conformismo ante la realidad social.

Paralelamente a esta injustificada exclusión definitivamente atentatoria a su realización como persona humana y como miembros de una colectividad social y ya ubicados en la dimensión institucional, es decir al interior mismo de la Universidad, se observa la inexistencia de proyectos, planes y programas, condicionamientos curriculares de proyección, extensión y servicio efectivo a la comunidad como reales y efectivos instrumentos de conocimiento de su realidad y su consecuente integración vía la aplicación de programas especializados de servicio social , posibilitando de este modo la toma de conciencia de su formación profesional alternando equitativamente el aspecto teórico con la práctica y contribuyendo de ese modo al desarrollo eficiente de capacidades , habilidades y conocimientos comprometidos con la familia, la sociedad y el Estado,
Si a este factor concurrente sumamos el hecho innegable de observar la cuasi secular carencia de laboratorios modernos, bibliotecas en sus variantes la virtual y la tradicional pero debidamente actualizadas que no solo brinde eficientes servicios a los estudiantes sino que sus instalaciones se transformen en verdaderos y recomendables centros de concentración de estudiantes, lugares de debate alturado y académico, intercambio y adquisición de conocimientos científicos; lamentablemente seguiremos observando absortos cantinas repletas de estudiantes.

Otro factor precipitante para la configuración de este grave problema social es también sin lugar a dudas la casi nula organización y realización de eventos académicos como seminarios, talleres, conferencias, paneles, mesas redondas, conversatorios etc.es decir eventos extracurriculares, que de un lado profundicen y amplíen los conocimientos especializados y de otro lado contribuyan al desarrollo de habilidades fundamentales en todo profesional universitario, cuales son por ejemplo el de desenvolverse con propiedad en escenarios masivamente concurridos, a sostener sus ideas y puntos de vista con diálogos y discusiones altamente académicas, a guardar la compostura y serenidad, aprender a escuchar y opinar respetuosamente, prácticas y condicionamientos curriculares definitivamente ajenos y ausentes en casi la totalidad de Facultades y Carreras Profesionales de las universidades públicas y privadas del país.

La sumatoria de todos estos factores inexorablemente conduce al estudiante universitario a disponer de un excesivo e inadecuado aprovechamiento del tiempo libre. Un superficial análisis de horas lectivas o efectiva de clases de alumnos en casi la totalidad de universidades públicas del Perú dispondrán de un total de 40 horas semanal mensual de trabajo académico (teoría-práctica), en el mejor de los casos, no se llega a las 30 horas efectivas , pues el condicionamiento de matrícula para cursos en sus diferentes categorías en la generalidad de los casos llega de 22 a 26 créditos y en casos excepcionales a 30, resultando así que por día se trabaja en el mejor de los casos 5 horas diarias de 12 horas posibles de trabajo académico, quedando mal aprovechados 7 horas diarias, que definitivamente serán muy tentadoras para un joven deseoso de buscar emociones y experiencias nuevas.

Es en este contexto que los gobiernos locales es decir las Municipalidades de Wanchaq y San Sebastián tengan que evaluar la seriedad y gravedad del problema en el que están inmersos cientos de jóvenes estudiantes y en el propósito de contribuir en un eficiente propósito de erradicación de estos antros de perdición, desde la raíz y no la consecuencia del problema; propongan a la autoridades universitarias la firma de convenios para la formulación y ejecución conjunta de planes y programas de proyección, extensión y servicio social para estudiantes universitarios como parte fundamental y obligatoria en el proceso de su formación profesional y su articulación a la sociedad y el Estado.

La formulación y ejecución conjunta de eventos académicos (seminarios, talleres, paneles, conversatorios, conferencias magistrales, cine fórum, etc.) la organización y ejecución de acción y labor cívica (faenas, participación en obras de bien común, participación en campañas de salud, educación limpieza, seguridad, etc.) Finalmente implementar proyectos de servicio social universitario en las diferentes dependencias públicas y privadas como un medio eficaz de ejercerlos en todo lo relacionado a tareas de gestión de tal modo que al concluir sus formación e iniciar su desempeño profesional, lo hagan con la suficiencia de conocedor y del especialista, así como del ciudadano grandemente comprometido con su familia, su colectividad y su Patria.

Creemos que el criterio mercantilista e irresponsabilidad de perversos ciudadanos han generado momentos y situaciones difíciles para un importante sector de la juventud estudiosa y de otro lado han aperturado una gran reto y responsabilidad para la autoridad edil de Wanchaq y San Sebastián así como para la autoridad universitaria para conjunta e inteligentemente enfrentar y solucionarlos, recurriendo para ello a la formulación de propuestas y esquemas nuevos y grandemente creativos en los que el compromiso social y la sensibilidad humana y la solidaridad, sean sus soportes fundamentales y de otro lado, dejando de ser esos un indiferentes e indolentes espectadores de un drama que definitivamente el mismo sistema lo alienta.