viernes, 10 de octubre de 2008

UNA FECHA PARA LA REFLEXION EL RECUERDO Y LA ACCION

QOSQO AYER Y HOY 7

UNA FECHA PARA LA REFLEXION EL RECUERDO Y LA ACCION

ANTROPOLOGO ALFREDO GERMAN CORNEJO PARDO

Con un aparente y engañoso silencio; y precipitándonos peligrosamente en una pendiente prepotente, autoritaria, corrupta, inmoral, saqueadora y subastadora de la riqueza nacional por parte del gobierno aprista en su matiz neoliberal; se recordó el cuadragésimo aniversario de la protagónica irrupción en el escenario político nacional del movimiento militar encabezado por el general Juan Velasco Alvarado deponiendo por medio de las armas al entonces presidente Fernando Belaunde Terry quien abrumado no solo por la indetenible corrupción y escándalos políticos sino arrinconado por la intransigente y sectaria oposición aprista tuvo que abandonar palacio políticamente desacreditado y personalmente derrotado.

De ese histórico momento a la fecha ha transcurrido el tiempo suficiente y de otro lado han sucedido hechos políticos y económicos tan diversos, contradictorios y trascendentales, que definitivamente han configurado el nuevo rostro y composición de la sociedad peruana. Consecuentes con nuestra labor profesional y desde las acuciosas trincheras de las Ciencias Sociales, ensayar una objetiva lectura de tan singular proceso político, en relación a sus objetivos y luego a los logros obtenidos por el proyecto político militar peruano, ejecutado como parte de la estrategia del Departamento de Estado de EE.UU. destinada a frenar el avance de los movimientos populares en América Latina y de llevar adelante políticas reformistas que de algún modo satisfaga a las demandas crecientes de justicia social y de distribución equitativa de la riqueza a los pueblos. Y con ello a la luz de la situación política actual, postular algunas conclusiones que creemos necesarias para comprender no solo la trascendencia de este movimiento político sino su responsabilidad y contribución en la configuración del escenario, sucesos y actores políticos peruano contemporáneos y lo más fundamental, lo que debe ser en sí una auténtica “democracia”

El análisis antropológico de tan importante suceso en la Historia Política del país por su naturaleza científica, evidentemente tiene que ubicarse suficientemente distanciada de las pasiones e inclinaciones o preferencias ideo-políticas individuales o colectivas y brindar al lector común y corriente una opinión objetiva, lúcida, serena, y alturada, enfocando el proceso político en su conjunto, ubicándolo en su contexto histórico y como expresión particular de fenómenos políticos similares aplicados a nivel continental en forma compulsiva; y no haciendo como muchos comedidos o remunerados detractores, analistas y políticos de reciente arribo, el de explayarse en las serias limitaciones políticas, propuestas programáticas, en las minucias y deshechos que como toda obra humana y accionar político evidentemente los tiene.

En primer término y como una de las más importantes lecciones históricas brindadas por el gobierno de facto, es la de demostrar al pueblo y a los “políticos conservadores”, es la inviabilidad histórica en el Perú de una “democracia “formal, electorera y centralista, que a lo largo de sus 187 años de vida republicana, definitivamente no tuvo la capacidad de concretar el sueño de los precursores de la Patria, es decir de construir una Gran Nación de “ciudadanos” dignos, libres, e iguales ante la ley, con derechos a su plena realización, a la Vida, la Salud, la Educación, al Trabajo y a una justa y equitativa distribución de la riqueza Nacional; de construir un Estado, fuerte y soberano al servicio de su pueblo y al logro de sus más justas y caras aspiraciones.

La experiencia histórica nos refiere que la “República” y esta errada, tramposa y malintencionada concepción de “democracia” lamentablemente desde su constitución, únicamente sirvió para beneficiar y consolidar como clase dominante única y exclusiva a herederos y representantes del poder colonial, reconociéndoles una inaceptable condición aristocrática en perjuicio de las mayorías nacionales y con ella legitimando vergonzosamente privilegios, rapacería y manejo gansteril de la cosa pública conductas delincuenciales y mafiosas que, hoy en día ponen en serio riesgo no solo la continuidad del Perú como Estado, como comunidad política Libre y Soberana, sino la propiedad y usufructo social de nuestros recursos naturales por efecto de la aplicación de una inescrupulosa política de privatizaciones y saqueo de nuestra ingente riqueza natural por parte de poderosos capitalistas nacionales y extranjeros en complicidad con los gobiernos de turno y sus funcionarios; y con ella, el consecuente retorno de la violencia política el terrorismo extremista y del otro, consecuencia política lógica lúcidamente expuesta por Martín Tanaka en su columna semanal de un importante diario limeño.

Hoy lamentablemente como en el siglo pasado la experiencia se repite, los privilegios coloniales la rapacería, las repartijas y manejos gansteriles de la cosa pública y el Estado, la subasta y remate de la riqueza nacional al peor postor son al parecer cosa de todos los días, la combativa y férrea defensa de las “inversiones extranjeras “como impulsoras del desarrollo y la creación de fuentes de trabajo hoy encuentra plena justificación pues es la que sin mucho esfuerzo brinda jugosas y millonarias ganancias a bien camuflados traficantes, basta con ser militante del partido de gobierno o ser un cuadro influyente para disfrutar de estos privilegios tal como lo demuestran y denuncian cotidianamente la Prensa Nacional digna y decente. La democracia formal sus instituciones y sus normas de control social y sanciones, no tienen la capacidad y autoridad moral para reprimir y castigar los delitos de carnet, cuello y corbata, pero si para encarcelar a humildes trabajadores y padres de familia que protestan por el incesante alza del costo de vida. Esta obsoleta y ahistórica concepción de democracia necesariamente tiene que reformularse sin pérdida de tiempo.

En segundo término y a la luz de la gravísima crisis financiera quiebra de los principales bancos norteamericanos, la estrepitosa caída de las bolsas de valores de las principales ciudades del mundo, el clamoroso fracaso del neoliberalismo como único y exclusivo modelo económico para la generación de riqueza, y con ella la consecuente nacionalización del sistema financiero internacional por parte de los gobiernos de las potencias mundiales, constatamos absortos la liquidación de la gran posibilidad de haber transformado al Estado Peruano en paradigma de moderno, eficiente y gran promotor, dinamizador y administrador de la Economía Nacional a despecho de los ultra defensores del neoliberalismo hoy humillados y derrotados, pero aún así, pretenden a toda costa reducir a una mínima expresión su rol en la Economía.

Lamentar la posibilidad de haber podido a partir de ella(la revolución peruana), desarrollar una novísima y equitativa política redistributiva de la Riqueza Nacional en beneficio de todos los peruanos, de creación de trabajo digno y productivo vía la industrialización y transformación de nuestras ingentes materias primas, la defensa y explotación racional de nuestros recursos, de fortalecimiento fiscalización y rigurosa distribución del Erario Nacional pues su política de Reformas Estructurales, nacionalización de las más rentables empresas del país a la luz de la fuente histórica y de la experiencia política; precisamente nos refieren que apuntaba a ello. Lamentablemente una tenaz, ciega y furibunda oposición de derecha, centro e izquierda, de sectores conservadores en las fuerzas armadas y de la burocracia estatal, y la inercia de sectores populares grandemente beneficiados por el gobierno militar trajeron por tierra esta inédita y ambiciosa propuesta política.

Nuevamente tenemos que lamentar la oportunidad perdida, pues la sucesión de varios gobiernos contando el de la felonía de Morales Bermúdez, y los cinco periodos “democráticos de l980 a la fecha, lo único que han ofrecido los “demócratas” y políticos al Perú y ha millones de peruanos es una asfixiante carencia de propuestas programáticas y de gobierno serias y responsables, reduciendo su acción gubernamental a la panacea privatizadora, las inversiones extranjeras para actividades exclusivamente extractivas y no transformadoras, la subasta de la totalidad de empresas públicas, nuestros recursos naturales, de reducir el aparato estatal a través de los despidos masivos, de aplicar modelos económicos antipopulares y depredadores, de promover inaceptables regímenes tributarios lesivos a los intereses nacionales, propiciar desde las más altas esferas gubernamentales la corrupción la legitimación de tráfico de influencias, y el surgimiento de una nueva casta de adinerados con fondos provenientes de coimas y del narcotráfico.

Finalmente entre muchas otras conclusiones podemos señalar el surgimiento de nuevas fuerzas sociales y políticas en relación a las oligárquicas tradicionales en el escenario nacional la precipitación de nuevos sucesos políticos todos ellos caracterizados por los famosos tráficos de influencias, la creciente corrupción, enriquecimientos ilícitos y lo que es más doloroso el surgimiento de la inacabable violencia política, con sus componentes de narcotráfico y terrorismo extremista y de Estado. El surgimiento, reconocimiento y legalización de gremios laborales y campesinos de los frentes de defensa y los frentes regionales como nuevas formas de organización y representación popular, el desprestigio y descrédito de líderes y partidos políticos, de los poderes del Estado particularmente el Legislativo y el Judicial inmersas en una severa crisis moral y grandemente corrompidas, miembros del Ejecutivo comprometidos en turbios manejos de la cosa pública y del Patrimonio Histórico.

En este preocupante escenario político social y económico nacional evidentemente que el movimiento del 3 de Octubre de 1968 encabezado por el general Juan Velasco Alvarado, reivindica sus trascendentes aportes a la Historia Política Nacional y quiérase o no es un importante referente para la formulación de políticas de Estado de corte Nacional y Soberano, de rescatar y reivindicar la importancia y trascendencia de la Política como Ciencia de Gobierno del Pueblo, por el Pueblo y para el Pueblo, la credibilidad, seriedad y representatividad de los partidos políticos para delinear sus fundamentos éticos, ideológicos, propuestas programáticas, misión y visión de país finalmente regular y fiscalizar severamente la conducta y accionar de líderes militantes, simpatizantes, a fin de no seguir observando indignados e impotentes los manejos y prácticas coloniales y gansteriles del Erario y la Riqueza Nacional. Por ello es una fecha para recordar.

No hay comentarios: