COLONIALISMO CONTEMPORANEO Y SUTILEZAS
ANTROP. ALFREDO GERMAN CORNEJO PARDO
La nefasta y persistente mentalidad y conducta colonial subyacente en gran parte de nosotros los peruanos, (herencia resultante del hecho histórico de haber sido el Perú sede del primer y más importante bastión de dominación y administración colonial española) privilegiado objeto de estudio de los psicólogos por sus implicancias y trascendencia social evidentemente que ha desbordado fácilmente este importante campo científico, para incursionar en los acuciosos campos de las Ciencias Sociales, particularmente de la Antropología, la misma que gracias a la teoría y la metodología científica desarrollada, puede fácilmente dar cuenta de la forma como es que éstas (mentalidad y conducta colonial) consiente o inconscientemente voluntaria ó compulsivamente; se manifiesta cotidianamente en todos los ámbitos del quehacer humano, en todas las clases sociales y fundamentalmente para mayor desgracia nuestra, en la política, en la ideología entendida ésta como una forma de falsear la realidad social, en agrupaciones con aspiraciones de partidos, en los líderes y en una inmensa y amorfa masa ciudadana ansiosa y desesperada por lograr obtener alguito por su contribución y activismo político.
Una ligera y elemental lectura por ejemplo de una pequeñísima parte de nuestra clamorosa realidad política nos sugiere el caprichoso, prepotente, interesado y malintencionado manejo de la “lengua castellana”; manejo evidentemente orientado muy sutilmente a hacer creer a una inmensa y desinformada población, de una obligatoria pleitesía que deba rendirse a una potencia extranjera por ser ella la “madre patria” sin considerar que esa supuesta y putativa madre patria, es en gran parte causante histórica de las desgracias nacionales actuales, principalmente de no poseer un rostro y una personalidad colectiva necesarios como para considerarnos una nación unitaria y no como hoy regiones departamentos provincias distritos y anexos totalmente desintegrados y enfrentados unas contra otras por diferentes motivos; ancestrales naciones originarias como los quechua, aymaras y las decenas de etnias amazónicas, depositarias y herederas de un milenario legado histórico-cultural, reducidas a la condición de minorías étnicas condenadas al desprecio, marginación, agresión y exterminio por efecto de las políticas aplicadas por los diferentes gobiernos a lo largo de nuestra accidentada vida republicana.(caso de los D.L.1015 y 1016 y sin considerar las hasta hoy desconocidas disposiciones relacionadas a las comunidades campesinas resultantes de las firma de TLC, con los EE.UU.).
Otras de las indignantes muestras de este manejo mal intencionado y la más elocuente muestra de nuestra vocación y práctica colonial es la referida a la designación del más importante ícono del poder político nacional como es la residencia del gobernante de turno, para muchos líderes políticos como el actual presidente otrora cuestionador y enemigo acérrimo del imperialismo, es simple y llanamente palacio de gobierno,(tal vez será porque le gusta entonar esa conocida canción que lo ubica en las alturas reales o tal vez porque efectivamente se sienta rey); para los congresistas, ilustres, versados y abnegados padres de la patria, también es palacio legislativo porque en su seno aprobaran las leyes que someterán y disciplinaran a sus siervos; para los magistrados del poder judicial y la comunidad jurídica nacional los edificios donde se administra la justicia es simplemente palacio de justicia, porque en sus vetustos y enrarecidos aires de sus tribunales, condenaran a los revoltosos y subversivos que atentan contra la moral y el orden establecido. Todos estos ilustres personajes, consiente o inconscientemente sin querer comprender que este término agradable al oído, alude a un periodo histórico nefasto para la sociedad humana y que su designación simboliza la forma más despreciable y vil de ejercicio del poder político en el que déspotas, emperadores, reyezuelos príncipes y pusilánimes feudales, convirtieron la vida y dignidad de la persona humana así como de la sociedad en general en el blanco de sus miserias y todo ello amparados en ideologías y estructuras políticas carentes de sentimiento humano y donde el término palacio sin duda alguna, es su más elocuente expresión.
Lo más irónico en este contexto de colonialismo mental y político es que reporteros, columnistas y comentaristas políticos de los más importantes medios de comunicación radiales, televisivos y escritos de Lima la centralista al referirse a la residencia del Presidente de la República del Perú, tal vez intencionada, involuntaria o simplemente por desconocimiento de la Historia Social y Política del Perú, la denominan como el Palacio de Pizarro, Palacio de Gobierno ó simplemente como la casa de Pizarro, sin comprender que este edificio fue construido recién a inicios del siglo pasado, y Pizarro considerado por científicos y estudiosos como el más grande genocida de la Historia Universal; vivió cuatro siglos antes, y jamás seguro estamos que imaginó ver designar con su nombre la residencia del gobernante de una REPUBLICA DEMOCRATICA SOCIAL,INDEPENDIENTE Y SOBERANA, cuyo Estado, es uno e indivisible, tal como dispone el Art.43 de la Constitución Política del Perú; que él de ningún modo contribuyó a su formación.
Es importante ver el ejemplo de otros países con rostro y personalidad colectiva e identidad nacional definida la forma como designan a sus íconos políticos más representativos, por ejemplo Chile llama a la residencia de su gobernante, centro del poder político como la Casa de la Moneda, Argentina, la Casa Rosada, EE.UU. la Casa Blanca, Francia los Campos Elíseos, etc. No observándose en todo caso conductas o designaciones subalternas a símbolos o íconos del poder político que aludan sutilmente a situaciones de dominación o dependencia en relación a centros de poder, sino que refleja realidades socio-políticas concretas y grandemente soberanas, e independientes.